MANTO Y COLORES
El
manto debe conferir armonía a la forma del perro. Es muy denso, con el pelo
de cobertura áspero al tacto y el subpelo suave y muy compacto. El pelo de la
crin, el collar y la cola debe ser muy abundante. Las extremidades anteriores
deben tener largos flecos. Las posteriores llevan bastante pelo por encima del
jarrete, pero no debajo. Cuando el pelo del Collie es normal, es
totalmente
impermeable. El subpelo del Collie impide la penetración del agua hasta la piel.
Dispone también de una sustancia especial que en poco tiempo escupe la suciedad
y se mantiene limpio. Los aficionados a los Collies tenemos la extraordinaria
suerte de poder elegir entre una amplia gama de colores, aunque básicamente
son tres: arena, tricolor y "blue merle". El color arena es conocido también
como rubio, dorado, leonado o "color Lassie". Va desde el oro pálido hasta el
caoba oscuro. En el tricolor (negro, blanco y dorado)
predomina
el color negro, con el pecho y el collar blanco y manchas fuego en las extremidades
y en la cabeza. El "blue merle" es el más variopinto y difícil de describir.
Es conocido con muchos nombres: azul mirlo, azul grisáceo, gris perla, negro
marmóreo, azul plateado, etc. En general ha de predominar el tinte claro con
pequeñas manchas fuego o oscuras. Todos los mantos citados deben tener las típicas
manchas blancas del Collie en proporciones más o menos importantes: collar blanco
completo o parcial, pectoral blanco, piernas o pies blancos, punta de la cola
blanca. Algunos ejemplares pueden tener una mancha blanca en el hocico y sobre
el cráneo.
Para más información,
ver "LOS COLORES DEL COLLIE"